El día que conocimos a Himbas

Seguro que ya habéis leído por aquí y por allí sobre ellos, pero nos encantaría contaros nuestras experiencias ya que han sido ya repetidas veces y es algo que a lo largo de los años nuestros clientes más nos demandan y que si el tiempo lo permite, incorporamos a los patrones de viaje que diseñamos en la agencia.

Podréis ver algunas de las experiencias que os ofrecemos haciendo click:

✣ Lo esencial de Namibia

✣ Inmensa Namibia

Son personas amables, alegres y muy cercanas…y cada vez que volvemos a Namibia, tratamos de repetir experiencia porque sabemos que el efecto de ese tiempo que pasamos con ellos nos va a alegrar el viaje.

Para contaros sobre esta tribu ancestral (y de todo lo que escribimos en este Blog) vamos a utilizar como única base nuestras vivencias y lo que hemos aprendido durante estos años de ellos ya empezamos a conocerlos bastante bien. También de las historias que te cuentan mientras viajas…estas historias de guías son siempre de lo mas enriquecedoras y recomendamos que aprovechéis cada segundo para preguntarles todo lo que tenéis en mente: un buen guía tiene siempre todas las buenas respuestas.
 

¿Quiénes son?

Todos ya sabemos que son una tribu semi nómada cuyos poblados están asentados en el Norte de Namibia. Viven rodeados de parajes sin ninguna posibilidad de cultivo, son tierras hostiles y duras, donde el sol, en muchos momentos del año, cae sin piedad.

Tienen ganado y de ello viven: los hombres se dedican al pastoreo y ellas, cuidan de su hogar y de los hijos…siempre recordaremos la primera vez que visitamos un poblado Himba donde nos llevaron dentro de una de sus chozas para enseñarnos como eran y como dormían…tuvimos la enorme suerte de que compartiesen con nosotros el ritual con el que se aplican los ungüentos con los que se embadurnan el cuerpo y el pelo, nos enseñaron también como encima de una piedra prendían unas hierbas que luego se pasaban por el cuerpo para perfumarse. Recordamos aún el olor: era diferente a todo lo que habíamos olido nunca pero era delicioso, ¡naturalmente delicioso! y al final le preguntamos en que momento del día hacían eso y la Himba nos respondió: “todos los días por la mañana y antes de que vuelva mi marido de pastorear, me gusta oler bien para ir a dormir”. Y es que, hasta en uno de los lugares más recónditos del planeta, nos encanta sentirnos bien.

 

 

¿Dónde los vimos la primera vez?

Dicen que hace falta 21 días para dejar o incorporar un nuevo hábito a tu vida, eso fue justo lo que duró nuestro primer viaje a Namibia, hace ya una década…y si, en esos 21 días Namibia se instaló en nuestro corazón de una manera fulminante. Y aún hoy, después de tantas veces sentimos mariposas en la tripa cuando aterrizamos allí y todavía, no ha dejado de sorprendernos.

Pero, lo que queremos contaros hoy es esa primera vez y los recuerdos que de ella tenemos.

Habíamos dejado atrás una gran experiencia de dos noches en el P.N. de Etosha, dónde tuvimos la gran suerte de vivir momentos increíbles en ese entorno natural tan auténtico y la vida animal que en el habita. Llegamos a nuestro siguiente destino por una carretera típica namibia: una carretera recta de la que crees que nuca vas a ver el final 🙂, la foto que os enseñamos abajo era justo el final y ya empezábamos la cuestecita que nos llevaba a nuestro lodge.

 

 

El lodge se llama Grootberg Lodge y al viajar en temporada baja, éramos los únicos huéspedes de esa noche ¿os podéis imaginar la sensación maravillosa de estar solos en medio de la gran inmensidad y dormir bajo una manta de estrellas como nunca habíamos visto?. Os dejamos un link de la localización del lodge para que nos ubiquéis:

 

Y estas son las vistas tan magnificas que teníamos desde nuestras habitaciones:

 

 

¿Cómo empezó nuestro día?

Todos los días en África Austral comienzan muy temprano: es más que normal que el desayuno sea de 06h00 a 06h30 para poder aprovechar al máximo las horas de sol, la buena noticia es que también las cenas son muy temprano con lo que, vas a dormir muy pronto y descansas muy bien.

Así que nuestra aventura Himba empezó muy temprano, pero no solo teníamos en el día la visita a el poblado Himba, también, esa mañana, conoceríamos por primera vez a los soñados elefantes del desierto, ¿habéis oido hablar de ellos?…nosotros tuvimos la suerte de encontrarnos una gran manada y poder disfrutar de su presencia.

 

eran una gran familia:

 

Ya de camino…

y después de esta “pequeña” y emocionante experiencia y con una gran sonrisa en la cara, ahora sí…tomamos camino hacia nuestro encuentro himba. El camino era una especie de pista muy muy pequeña que a veces se perdía entre la hierba que crece sobre ella por el poco tránsito que tiene, cruzamos paisajes que no podemos describir porque nos faltan adjetivos preciosos que lo definan, es una inmensidad de belleza difícil de explicar con palabras, la verdad…algo así:

 

 

Bienvenidos

Una vez que llegamos al poblado, ellos te saludan y te dan la bienvenida de una manera tan natural que de alguna manera te sientes en casa, y desde luego, la emoción te embarga….esas personas como tú y como nosotros, en medio de ese lugar tan espectacular, viviendo su vida de una manera tan diferente, tan auténtica, ancestral y primaria que cuesta creer…pero así es y así viven y así nos recibieron:

 

Después nos hicieron pasar a sus “casas” y nos enseñaron como son, como duermen, como cocinan y como se ayudan las unas a las otras a darse el ungüento que se echan en el cuerpo y pelo a modo de protección universal :

 

 

Y entre conversaciones y risas paso nuestro rato con ellos, os diremos que les encanta que les hagan fotos y luego verlas…y les encanta curiosear contigo y tu vida también :), les gusta preguntarte…y ponerse las cosas que tu llevas (aquí con mis gafas):

 

 

 

 

y que te sientes junto a ellas para que te tomes una foto…son realmente muy cercanos.

 

 

 

 

 

Les pedimos una foto de grupo antes de marcharnos y algunas de ellas se fueron a “retocar un poco”…realmente son muy coquetas, así quedaron:

 

 

 

 

 

A los pocos meses volvimos a Namibia y llevamos algunas fotos impresas al hotel, les pedimos que les llevasen algunas cuando volviesen a visitarlos…a las semanas nos contestaron con un email a la agencia: se habían quedado algunas en el poblado…no sabéis como nos gusta pensar que viajamos con ellos por Namibia allí donde ellos vayan.

Una experiencia vital, que nos encataría que vivieses.
¿Te vienes?.
 

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